Hoy, parece que en los equipos de trabajo, las personas optimistas son raras, en conversaciones con muchos gerentes, nos damos cuenta que la mayoría de las personas son parcialmente optimistas y tenemos muchas más que son "públicamente optimistas - privadamente pesimistas", aquellas que no hablan en las reuniones, que asienten con la cabeza y en el momento del café, siembran su nefasta semilla : "lo que nos piden es absurdo...esas metas son inalcanzables...esto no va a funcionar"...los optimistas de verdad, son pájaros raros...son realmente escasos...pero son fácilmente identificables: no se amilanan ante nada, no pierden la sonrisa, son aquellos que al construir un FODA, identifican mas oportunidades que amenazas e identifican mas fortalezas que debilidades...son aquellos que cuando las cosas van mal...y realmente mal...de verdad y profundamente sienten que mañana será mejor.
Esas personas, muchas veces parece que su aporte real es bajo, que su productividad media es inferior al resto del equipo, no son tan trabajólicos como el resto, pero sobre todo, siempre sonríen.
Cuando detecte una persona así en su equipo...cuídela, el impacto de ella en su equipo puede valer mucho más que cientos de sesiones de coaching y costosas consultorías.
Un optimista, vale su peso en oro.