Muchas veces nos pasa que ante una dificultad o un fracaso, antes de mirar el evento como una experiencia de aprendizaje, nos centramos en encontrar culpables y responsabilizar a alguien del fracaso..."que rueden cabezas" es una frase común en las organizaciones frente a fracasos de magnitud. Otras tantas veces, culpamos al entorno, al clima, a "la vida" y otras tantas, la mayoría, la reflexión es simplemente "pucha que estamos quemados!!"...y seguimos haciendo lo de siempre, esperando que mañana recibamos bendiciones. La verdad, es que en muy pocas ocasiones, abrimos un espacio para mirar el fracaso como una fuente de aprendizaje, de experiencia. En Chile el fracaso se oculta, se esconde, todos debemos ser exitosos...no he visto muchos curriculum que detallen los períodos de cesantía, incluso algunos elegantemente ocultan estos periodos con frases como: "entre Marzo y Agosto me dediqué a la consultoría" y si uno les pide los contratos o con que clientes, evaden la respuesta señalando "me comprometí con el cliente a guardar confidencialidad"...otras culturas son más abiertas al fracaso, la norteaméricana valora estos períodos como fuente y espacios de aprendizaje, es mejor la honestidad que la mentira. Decir "he estado 6 meses búscando trabajo" no nos hace menos persona, al contrario, nos hace mas humanos, mas reales.
Y tu?...pondrías en tu CV los tiempos en que has estado cesante????.
Encuentro en el Blog Resiliencia Estratégica esta linda reflexión que robo completa:
Aprenda a fracasar inteligentemente. Jack Matson, profesor de la Universidad de Houston, Texas, creo un curso al que sus alumnos llamaron "Fracaso 101". Matson hizo que sus alumnos construyeran con palitos modelos de productos que nadie compraría. "Diseñaron tinas de baño para hámsters y unas cometas que podían volarse en huracanes", relata Matson.
Las ideas eran ridículas, pero en cuanto los discípulos de Matson equipararon el fracaso con la innovación y no con la derrota, se sintieron libres de intentar cualquier cosa. Como casi todos ellos fracasaron por lo menos cinco veces antes de encontrar su lugar en los negocios, aprendieron a no considerar el fracaso como la ultima palabra, concluye Matson.
Esos estudiantes descubrieron también los dos modos de fracasar. Probar las cosas en secuencia es lo que Matson llama "fracaso lento y estúpido". El proceso es tan largo, que la gente se cansa y se da por vencida. El "fracaso inteligente y rápido" significa poner en práctica varias ideas a la vez, y preparar más para la siguiente andanada. "El fracaso es el modo mas común y natural de explotar lo desconocido"
Etiquetas: reflexion, reputación
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